martes, 22 de junio de 2010

15-Preguntas sin respuesta
Mientras luchaba, Marco dijo:

-No se como ha pasado, pero que seas así debe de ser culpa de tu guía.

-¿Como sabes que tengo un guia?

-Todos lo tienen.

-¿Y no has pensado que quizas haya aprendido sola?

Nuestras espadas se cruzaron y los dos nos caimos al,frio, suelo. Su cara estaba tan cerca de la mia y noté que toda aquella rabia y deseperación desaparecian. Pero aún tenia firme la espada.

-No entiendo por que haces etso,Blanca. Y no me gusta esta nueva tu. Yo solo quiero a esa chica que conocí y que no paro de pensar.Cada día y cada noche.Vale, se que somos enemigos naturales, pero se me hace insoportable odiarte.

Me quedé petrificada ante sus palabras. Volví a ser yo y aquellas palabras escondian más de lo que creía. No supe que decir. Él lo notó y se acercó .aún más, ami cara. Mis labios encontraron los refugio en los suyos. Y mis fuerzas flojearon ante aquel ataque.Se despegó de mi y me tnedió la mano. Yo la acepte y me levantó de un salto. No dije nada. Cerré los ojos y volví a ori el bullicio de los alumnos. Me dí cuenta de que el poder parar el tiempo era otro nuevo poder a la vez que otro nuevo peligro. Me escabullí de la figura de Marco y corrí hacia la clase. ¿Qué había hecho? ¿Y quien era en la que me habia convertido?,durante toda la hora, de historia, estuve haciendome preguntas que me eran imposibles de responder.Tenía que buscar respuestas en la persona que me hizo descubrir todo esto: William.

-¡Blanca!,¿nos puedes contar los principales puntos de la Restauración española?

-¿Qué?.La Restauración,pues...

Nos abia que contestar y si lo decia mal todos los presentes se reirían de mi.

-Lo siento profesora, pero no preste atención a sus palabras.

-Bien Blanca, pues atiende entonces.

Intente evadirme con la explicacion de la Restauración, la Guerra de Cuba, la crisis del 98,... Por una hora mi cerebro me llevó hacia todos esos hechos.Sentí envidia por la gente de aquella época. Ellos tenían una vida tranquila, feliz.Con conflictos,sí. Pero no con poderes y luchando contra si mismos. Sonó la ,odiosa, sirena y sali de la clase. No podía evitar a Marco, ya que estaba todo el tiempo en mis clases(exceptuando historia,latin y griego). No pude más y me fuí de allí. Pero antes dije una escusa tonta y me fuí corriendo de allí. Ya en el exterior, una rafaga de aire puro se dirigió hacia mi mi cara y limpió mi cerebro de todo lo que me estava rayando. En ese momento elegí atravesar el pueblo y conocerlo. Ya que dede mi llegada no lo conocía.

lunes, 21 de junio de 2010

14-Mi verdadero yo
Los estudiantes parecían maniquíes con expresiones muy reales y realización acciones en proceso. No sabia lo que pasaba. Quizás fuese yo la que hubiese parado el tiempo. O quizás sea una señal del poder de Apiuntón. Paseando por el pasillo vi a Marco. Su semblante me recordaba al David de Miguel Ángel. Tan misterioso, tan fuerte, tan enemigo mio. Seguí en adelante. Noté la respiración ,agitada, de alguien.Una respiración acompasada con unas pisadas silenciosas.Unas manos aparecieron de la nada tapando me los ojos. No sabia que hacer. Tal vez el tiempo había vuelto,pero no oía el bullicio de los alumnos. Aún con los ojos tapados, me decidí por decir:

-¿Quien eres?

Al decir aquello mis ojos recuperaron su visión y me giré para enfrentarme a mi oponente.

Pero al ver su cara vi que era Marco. Sus ojos traspasaron los mios, como si estuviese indagando en mi cerebro para sacar todos mis secretos. Su cara estaba tan cerca de la mía, que podía controlar su reparación. Di un paso hacia atrás y me dije a mi misa que aquel chico era mi enemigo y que no podía correr riesgos. Su rostro cambió y antes de que dijese nada, dije:

-Díme ¿como eres el único que no esta congelado?

Su mirada cambió de nuevo y un rayo de rencor apareció.

-Y díme,¿por que has hecho que el tiempo se detenga?

-Yo no he hecho esto. Quizás sea culpa tuya o de tu maestro.

-No, yo no tengo tanto poder como para hacer una cosa así. Y si hubiese sido mi maestro lo notaría.Además el no pierde el tiempo en congelar a todo un instituto , a no ser que asesine a alguien.Pero tranquila que aquí no estoy. Y que sea el único que no este congelado se debe a mis poderes.

-¿Como sabes que no está aquí?

-Por que noto su presencia. Y aquí no esta.

-Mejor.

-Blanca, porque no vienes aquí-dijo mientras abría sus brazos.-No te haré nada.

-No. No conseguirás engatusar me con miradas dulces ni tus abrazos.

De pronto, algo dentro de mi hizo que me pusiese de forma defensiva. Marco se iba acercando a mi.

-Da un paso más y estas muerto-dije amenazadormente.

-Blanca, sabes que ni tu ,ni yo podemos enfrentarnos.

-Quizás tu no puedas.Pero yo si. Es y será así.

-No te das cuenta de que esta no eres tu.

-Esta si que soy yo.Solo que nunca me has visto cabreada.

Mi yo simple se reformó con un torbellino de rabia y odio hacia Marco. Y tenía razón. Esa no era mi yo humana, sino mi verdadero yo. Hice un gesto con la mano y una bola de fuego blanco apareció y fue lanzado hacia Marco. Este lo supo esquivar.

-Blanca¡Para ya!.No me obligues a herirte.

-Y tu no me obligues a matarte. Porque si lo hago disfrutare mucho de ello.

No me podía creer lo que acababa de decir. Me dí cuenta de que esa no era yo. Pero me di cuenta tarde, ya que mi yo humano casi había desaparecido en esos momentos. Mi yo verdadero hizo otro giro de muñeca y apareció una espada plateada, con la empuñadura de cristal y pequeños diamantes. Marco levantó el brazo y un gran destello hizo aparecer una espada roja y con dragones en la empuñadura. Levante la espada y miré con furia a mi oponente. entonces mis pasos se hicieron rápidos. Nuestras espadas se encontraron produciendo su habitual canto de metal y produciendo un sonido ensordecedor.

domingo, 20 de junio de 2010

13-Perlas en el cielo.

Llegó el lunes y tenía examen de Latín. Lo malo de aquello era que los exámenes me daban mucha pereza y más si son a las 8:00 de la mañana. Mi tía Silvia quiso llevarme en coche para que no llegase tarde. En cuanto salí de la casa y miré el cielo: estaba encapotado a la vez que originaba mucha oscuridad. Como si de pronto el día se transformarse en noche. Mi tía vio la expresión de mi cara y dijo:


-Blanca,no pasa nada. La madre naturaleza tiene calor y para refrescarse necesita lluvia,¿no?


-Ya pero esas nubes...


-Esas nubes son para representar la tristeza que sienten las nubes por desprenderse de su, tan apreciada, agua.


Mi tía y sus explicaciones. Tan poco realistas y a la vez tan fantásticas. Subimos al coche y bajé al llegar al instituto. Al cerrar la puerta escuché una respiración agitada y fuerte que no procedía de nadie, ni de mi misma. El cielo se volvió muy violento al hacer aparecer varios rayos. Algo raro paso cuando vi que uno de aquellos mortíferos rayos se acercaba a mi. Mi cuerpo no respondía y mi cerebro estaba chillando sin ningún resultado.Un rayo cayó encima de mi y una sensación de cosquilleo apareció en mi, pero mis órganos ,mortales, seguían funcionado.Cerré los ojos y sin saber porque levanté mi mano al cielo.



El sonido era ensordecedor, pero de pronto un gran silencio apareció. Aún con los ojos cerrados los abrí para ver si la tempestad había amainado.Pero cuando los abrí vi que todo estaba parado. Como si alguien hubiese congelado la imagen de una película. Veía las gotas de lluvia, inmóviles, cayendo desde el cielo. Parecían pequeñas perlas transparentes y deformes. Me hice paso, entre aquellas gotas colgantes, y llegué a las puertas del instituto. Al traspasar las vi que también el instituto estaba congelado.

sábado, 19 de junio de 2010

12- Preparada para lo peor
Tras esa dificultad, seguimos pintando. Mientras pintaba zanjas de color salmon en las paredes,Leo me manchó sin querer mi camiseta. Menos mal que era de usar en casa por que sino hubiera montado en cólera. Un manchurrón de color blanco apareció en mi camiseta marrón seguida de las disculpas de Leo. Pero le devolví el pequeño accidente y le tire todo el contenido que tenia mi pincel.Se quedó con cara de "te vas a comer la pintura". Simultaneamente, una pequeña guerra de pintura apareció. Y cuando todo acabó, nos vimos los dos y nos reimos de las pintas que teniamos. Leo estaba lleno de manchas de color salmon, blanco y naranja. ¿Y yo?, pues la verdad, ya me imaginaba que tendría las mismas pintas.Miré las latas de pintura y todas estaban medio vacias. Entonces le dije:


-Me parecé a mi que la caseta la vamos a dejar pintada a la mitad. A no ser que tengas más pintura.


-No,solo tenia estas. Pero tengo temperas.¿Te vale?


-Sí.


Leo volvió al garaje y cogió las temperas. De nuevo, nos pusimos a pintar y por fin acabamos. Nos quedó una casa multicolor llena de salmon, blanco,naranja,rojo,violeta,etc.



Tras ver aquella colorida obra de arte, miré el reloj y vi que ya era tarde.Entonces dije a Leo:


-Me tengo que ir ya.


Al decirselo, me miró a los ojos y sin decir nada sentí que él no queria que me fuese. Finalmente unas pocas palabras salieron de su boca y dijo:


-Oye ¿por que no te quedas por lo menos a comer algo?


Me despedí y le dí un beso en la mejilla.Noté el olor a madera y filantro en su cuello. Me puse en camino, ya que tenía que hablar con William para que viesé el control de mis poderes. Active la luz roja y William apareció provocandome un susto ya que tenia la mania de aparecer tras de mi.


-¿Que pasa?,¿Te gusta asustarme o que?


-Perdona. Bueno dime lo que me tenias que decirme antes.


Le conté todo lo que me había acurrido. Y no pude evitar contarle lo de Marco y la llegada de Apiuntón. Al decir tod aquello dijo:


-No te hables con ese tal Marco. Porque quizas sea un espia y más si Aiuntón le ha nombrado su sucesor.


-¿Como no le voy a hablar si le veo todos los dias en el instituto?


-Blanca, te lo digo en serio: tienes que tener cuidado con ese chico.


Sentí que William adquiría el tono, insoportable, d emi padre. Aquello me puso de los nervios. Noté como si quisiera matarle, pero destrui ese pensamiento.


-En lo referido a Apiuntón, ahora más que nunca tienes que tener cuidado y enfrentarte a cualquiera de sus maldades.


-Tranquilo. Que se cuidarme de mi misma.


Le dejé a tras y me fuí de allí.

viernes, 18 de junio de 2010

11-El proyecto de la "caseta"
Salí de casa y fuí hacia la casa de Leo. No me extrañó cuando apareció William de nuevo.

-Hola William-dije con desgana-la verdad tengo mucha prisa.Pero luego tengo que hablar contigo.

-De acuerdo.Pero si me necesitas, pulsa este colgante y esperame-me dió un colgante de color rojo que al pulsar uno de los bordes, supuestamente, emanaba una intensa luz roja.

Le dí la espalda y seguí andando hasta llegar a la cabaña de Leo. Vi que Leo me esperaba en la puerta y cuando me vió dijo:

-!Por fin¡. Pensé que me habias dejado plantado.

-Pues la verdad, es que he estado apunto de hacerlo. Pero tras la insistencia de mi tia Silvia, acepte venir.

-Recuerdame darle las gracias a tu tia.

Mientras sonreía, estuve andando detras de Leo, para llevarme a la parte trasera de la casa.

-Bueno,¿que es eso que no eres capaz de construir?

-Veras. Mi padre me ha pedidó hacer una caseta para perro. Porque misteriosamente se le rompió una que tenía. Y le han regalado un cocker y necesita un sitio para vivir.

-Pero una caseta es muy facil de hacer. Y la podrías comprar en la tienda.

-Pero no quiere mi padre. Y prefiere que sea artesanal.

Tras decir las última spalabras se fue y apareció de nuevo con unos cuantos listones de madera clara. Junto con un maletín del que sobresalía un martillo de color negro y mango rojo.

Tiró todo al suelo, provocando un gran estruendo.

-Si quieres haz más ruido todavia.-dije irónicamente.

-Perdonadme madame.

No evité que una sonrisa apareciese en mi cara. Tuve la extraña sensación de que le gustaba verme sonreir.

En pocos minutos, empezamos a construir. Se notaba que Leo no tenía ni pajolera idea de construcción. Me hizó gracia cuando miró ,con cara extraña, a un tornillo con intención de colocarlo en la tabla. En resumen, durante hora y media el resultado fue una caseta perfecta, que un poco más le construia una caseta de dos plantas. Tras acabar nuestra obra de arte, llegó Leo y dijo:

-Bueno, ahora voy a por la pintura.

Dió media vuelta y regresó de inmediato con tres latas de pintura.Las dejó en el suelo,delicadamente.

-Veamos. En el menu de hoy tenemos salmon a la pintura, blanco acrílico y naranja tejonero.

-Mm.,Creo que pediré el salmon, el blanco y el naranja tejonero.

-Pues si que tienes hambre.Tanto como para comer pintura,jajajaja.

-Pues, la verdad, es que sí.

Cogí una de las latas y la intenté abrir. A duras penas, intenté abrila pero nada. Mi última opción era abrirla con los dientes. Pero antes de morder su superficie, llegó Leo y me la quitó d elas manos. Abrió la lata, facilmente.Aquello me hizó sentir debilucha y sin fuerza. Pero esa sensación desapareció de inmediato.
10- Celestina
Me fuí a mi casa y cene. No atendí a lo que mi tia Silvia me decía, ni degustaba el solomillo en salasa que habia hecho. Pero tia Silvia no dijo nada. Y lo agradecí por ello. Tras acabar de cenar y recoger el resto, subí arriba y me cambié. Me tiré a la cama y mi cerebro empezó a hacer un recuento de todo lo sucedido durante el día. No podía dormir de tanto pensamiento así que pensé que quizás sería mejor practicas mis "supuestos" poderes. Bajé al jardín trasero de la casa y me concentré. Sabía que si me relajaba y originaba la aparición del dolor y el odio mis poderes aparecerían. De pronto,de nuevo salií aquel fuego blanco de mis manos.La llama cada vez era más fuerte. Y de pronto, mis manos no se veian, se habían esfumado. Pero no solo mis manos, sino también todo mi cuerpo. !Era invisible¡. Era muy curioso la sensación que sentía al notar todo aquello. Al momento que estornudé, mi invisivilidad desapareció. Noté algo que me abrasaba pero no vi nada. Contenta por las practicas, me fuí a dormir. Aquella noche mis sueños eran cada vez más raros, pero por la mañana no los recordaba para nada. Y la verdad, lo agradecía. Cogí mis cosas y salí de casa.Tia Silvia empezó a gritar y yo fuí a ver que pasaba.

-Blanca, que hoy es sabado y no hay instituto.

No me habia dado cuenta del día que era. Dí media vuelta y entré en casa. En ese momento,tuve la impresión de que alguien me necesitaba. Pero no le dí importancia.Mientras dejaba mis libros,oí que llamaban y lo cogí:

-¿Hola?

-Hola Blanca.Soy Leo

-Hola Leo,¿que pasa?

-Nada que como hace mucho tiempo que no te veo, pues te he llamado.

-Pero,!si me vistes ayer¡

-Ya.Oue que te parece si puedes ayudarme a construir una cosilla. Ademas segun me han dicho, se te da muy bien hacer construcciones y todas esas cosas.

-Ahora lo entiendo. Me has llamado para utilizarme como mano de obra barata o como persona capaz de hacer algo que no puedes hacer tu.

-Mas bien, lo segundo y quizas un poco de lo primero.

Me hizó gracia su sinceridad.

-Bueno como me gusta ser masoquista, acepto tu propuesta.

-Ok,¿te puedes pasar por mi casa?

-Vale, hasta luego, entonces.

-Adios

Tras colgar el telefono mi tia Silvia dijo:

-Vas a yudar a Leo,¿verdad?

-Pero,¿como lo sabes?

-Digamos que alguien rompió algo y le pidio a Leo que lo construyese. Y este al no saber, te ha llamado.

-Tia Silvia,¿ahora vas a hacer de Celestina?

-No,Solo que creo que deberías conservar tu amistad con Leo.Ademas si yo tuviese tu edad me lanzaría a por él.

No me podía creer lo que estava oyendo. Y dije:

-Será mejor que me vaya.

-Adios. Y tarda lo que quieras.

martes, 15 de junio de 2010

9-Apiuntón
Una humareda negra surgió cerca del estanque. De ella salió un ser con una mascara aterradora, que solo le cubría los ojos, y una enorme cicatriz que se perdia en la oscuridad. Aquella figura dió un paso hacia la hierba y yo,aún tumbada, agradecí que los juncos de mi alrededor fuesen tan largos como para poder esconderme y aproveche aquella oscuridad. Intenté no hacer ningun sonido y silencié el sonido de mi respiración. Noté sus pesados pasos y escuché lo que decía:


-E 'il momento. Infine voglio vincere questa battaglia e rimuovere la gara una volta per tutte. E così il regno di Apiuntón regno sulla terra.


Aquel ser rió con una risa terrible y maligna. Cuando ya no le oí cerca de mi, me levanté y eche a correr en dirección al bosque. De pronto oí el zumbido de algo que venía a gran velocidad. Me dí la vuelta y vi que me estaban lanzando bolas de fuego. De nuevo, eche a correr y me oculte tras uno de los arboles. Sentía como el fantasma del miedo se apoderaba de mi.

-¿Qué hago?,¿qué hago?-me dije a mi misma.

Entonces llegué a la conclusión de que ya era hora de probar mis poderes.

-Espero que funcioné o sino seré Blanca a la parrilla.

Mi contrincante se estaba acercando, con pasos lentos, al lugar donde yo estaba. Me planté , de un salto, delante de él y levanté la mirada hacia él. Al verlo me dí cuenta de que no era el malavado Apiuntón. él se acercó un poco más. No me podía creer lo que estaba viendo: mi oponente era, en realidad, Marco. Lo supe con solo mirarle a los ojos. Como podía ser todo esto.

-¿Marco?

-¿Blanca?

Resultaba que el chico, que había conocido por un atropello fortuito, resultaba ser mi cazador.

-No puedo. No puedo hacerlo.

-Marco,¿por que querias matarme?

-Blanca no soy quien tu crees.

-Así, pues entonces dime,¿quién eres?

-Blanca no te lo puedo decir. Me matarían si lo hiciese.

-Marco,casí me matas y ahora¿no me puedes decir el porque?

-Tienes razón.Te debo una explicación.

Miró al suelo y levanto la mirada, alos pocos minutos y dijo:

-Veras, hace 10 años conocí a un hombre de aspecto amable. Que me dijo que buscaba a un ayudante para su academia de artes marciales. Yo acepté, ya que me encantaban las artes marciales. Y cuando era demasiado tarde, me dí cuenta de que aquella academia ademas de dar artes marciales, también entrenaba para la lucha y enseñaba la utilización de la magia nitra. Durante ese tiempo me estuvo instruyendo aquel hombre llamado Apiuntón. Tanta confianza deposito en mi que hace dos años me nombró su sucesor. Me contó que nuestros enemigos eran una cruel familia de seres inmortales pero que él conocia la manera de matarlos. Y recientemente, aquel hombre dijo que en el bosque esta noche, aparecería una muchacha peligrosa. Que podía matarnos. Cuando te he visto, sin saber quien eras, disparé pero ahora no se que pensar. Es imposible que seas mala.

-Marco. Yo no soy mala ni tampoco mi linaje, ni los inmortales. Solo que Apiuntón se quiere apoderar del equilibrio que tanto protegemos. Si he de ser te sincera, descubrí que soy la última descendiente del linaje real, hace unos dias. Y la verdad, todo esto me parece una locura. Pero he visto y oido a Apiuntón y ahora entiendo por que sucede toda esta guerra. Ademas, no quiero hacerte daño.

-Ni yo a tí. Pero que hago.Si me vuelvo contra él me matará y si no lo hago tendría que matarte a tí. Y la verdad no lo quiero hacer.

De pronto se acercó ,unos pasos, a mí y me cogió de las manos. Notaba su aspereza y su calidez.¿Cómo podía, una persona como Marco, convertirse en un cruel asesino?. Yo no quería lucha contra él, ni él contra mí.

-Y ahora¿que hacemos?

-No lo se-dijo aún apresando mis manos entre las suyas.

Por unos momentos, un extraño sentimiento se acrecentó en mí. Y dije:

-Lo mejor va a ser que hagamos como que todo esto no ha pasado.

-Sí será lo mejor.

lunes, 14 de junio de 2010

8-Marco, el fuego blanco y un paisaje para mi
Al ver su reacción la abrí y iré si solo era un apunte sin valor o alguna caricatura de algun profesor. Al desplegar el papel vi que ponia:

"Blanca quiero hablar contigo.

Te espero a la salida del instituto.En el jardín de la 1º planta,

Anonimo"
No entendí nada y a la vez algo dentro de mi dió un saltito de alegría por la sorprendente noticia. Las horas siguientes pasaron rápidas y la hora de la salida llegó. Recogí todos mis libros y bajé al jardín de la primera planta.En mi cabeza comenzaron a surgir ideas absurdas: que si le gustaba, que si me iba a amenazar, que si tal, que si cual,... Me relajé leyendo mi libro de Madame Bovary. Pero en ese momento apareció él con su mochila al hombro y sujetando su chaqueta en la otra mano. Se paró delante mia y dijo:

-Veo que leístes mi nota.

-Sí,¿que querías?

-Disculparme Por el atropello del primer día.

-¿Que atropello?

Noe ntendía nada y bajé la mirada, intentando encontrar una respuesta en la tierra del jardín. Miré mis zapatos y miré los suyos. ¡Eran del chico que me empujó el primer día por el pasillo! Ahora entendía todo.

-Perdona. Ademas no me he presentado.¿Que tal si te parece que empecemos desde cero?

-Esa me parece una buena idea.

-Hola, me llamó Marco Benerotti.Pero me puedes llamar Marco.

-Vale,Marco.

-¿Y tú eres?

-!Ups ¡, cierto. Hola me llamó Blanca Marín.Pero creo que ya sabes mi nombre desde la clase,¿no?

-Ya pero recuerda que empezamos de nuevo.

-Ok

-Encantada Blanca.

-La verdad entes quería matarte cuando me tirastes aquel día. Pero hoy me has pillado con las defensas bajas.

-Vaya,jaja. Pues menos mal.

-Sí que sino,ya estarias desangrandote por el suelo.

Al decir aquello se le quedó una cara de espanto, como si hubiese visto un fantasma.

-!Hey¡, que tampoco lo digo, realmente, en serio.

Tras disculparnos mutuamente, nos sentamos en el banco de piedra y hablamos de nuestras monótonas vidas. Ahora que aquella figura tenía rostro y cuerpo podía admirar ,claramente, su encanto. Aquellos ojos azules me perdian. Su pelo moreno creaba bucles aplastados que sobresalian de su masa negra, de pelo corto. Mientras iba admirando cada detalle de su rostro me noté extraña.Como si una nueva yo aparecise y desapareciese la antigua. Notaba como si tuviese una piel invisible y cambiase ante mis sentidos. Su respiración estaba tan cerca de la mia que podía diferenciar el leve aroma mentolado de su boca. Despertó de mi absurda ensoñación. Entonces sentí que me tenía que ir antes de que perdiese la cabeza.

-Marco, se esta haciendo muy tarde y me tengo que ir ya.

-Es cierto, yo también tendría que irme ya. Bueno, Blanca hasta mañana entonces.

-Hasta mañana Marco.

Salimos cada uno por un lado y atravesé el bosque para llegar más rápido a casa.Sabiendo que en cualquier momento aparecería William con sus argumentos.Pero¿ y si William tenía razón?, ¿Y si yo fuese una αθάνατος y tuviese poderes?

A cada pregunta que cuestionaba, una nueva luz aparecía. No me daba cuenta de que una nueva rafaga surgía bajo mis pies. Y un intenso calor, a la vez que frío, surgía en la punta de mis dedos. Sentí como un torrente de frenesí y orgullo corría por todo mi cuerpo, casí sustituyendolo por mi sangre. Me miré las manos ,que para mi sorpresa ardian. Pero no con la tipica llama anaranjada sino que era una llama de color blanco y reluciente. Me quedé pasmada al ver aquello. Y supe que William tenía razón, por lo menos en lo de mis poderes. Agité la mano, como si me estuviese quitando algo de ella. Corrí por el bosque, que cada vez me era más misterioso. Me resultaba increible que el resto de los habitantes no supiera lo que aquel bosque escondía, ni sobre sus secretos. Decidí ir dirtectamente, ahcia mi refugio, no sin antes avisar a mi tia Silvia, de que llegaría un poco tarde.Cuando llegué, tire mi mochila al cesped y me tumbe en aquel inmenso manto verde. Miré el cielo, lleno de girones blanquecinos y grisaceos. Una bandada de golondrinas sobrevolaba llendo de un lado para otro. El sol estaba apunto de ocultarse, no sin antes dar sus últimos rayos y cambiar de color el horizonte. Cuando el sol estaba a punto de desaparecer, se transformó en un naranjado encendido y tiñó los cielos de colores rosaceos y anaranjados. Era la escena más bella que había visto nunca. Tras la salida triunfal del sol, una corte de estrellas aparecieron en el cielo aún zulado. Todo aquello era tán tranquilo unido al relajante murmullo del agua y el bello cantar de los saltamontes. Pero toda aquella tranquilidad se fue al trasté cuando una gran oscuridad inundó el bosque y mi refugio.
7-El linaje desconocido
Y de repente llegué al bosque y no me encontré a William. Lo único que vi fueron unas piedras con extrañas inscripciones.Era raro, pero no podía parar de mirarlas como si algo de ellas me hipnotizase.

Aquella piedra tenía un dibujo de lo que parecia un hada. Toqué aquella figura y me dije que ersa imposible.Quizas fuese una broma de algun graciosillo.Pero no lo parecia. Entonces apareció William tras de mi y dijo:
-¿Ahora sabes quien eres en realidad?
-Sigo sin entender nada. ¿Qué dice en esta piedra?,¿Por que tiene un hada?
-Aún no lo has entendido-su tono se volvió violento y su paso se volvió caótico. Llendo de un lado para otro. Yo me dí la vuelta y le dije:
-William, tranquilizate y explicame todo por favor. Ya se que soy cortita. Así que dime.
Se paró en seco y se acercó a mi diciendo:
-Dime,¿acaso no has tenido un extraño sueño, en el que una muchacha te enseñaba un colgante?,¿O no has tenido otro sueño donde una luz se posaba en tí?, ¿Acaso te has preguntado porque esta mañana te has despertado con un mechon de color celeste?
-Sí,pero¡como sabes tu lo de mis sueños?
-Por que esos sueños no han sido casuales, sino que una persona te los ha mandado como señales.
-Pero ¿de que estas hablando?
-Blanca,¿Conocístes a tu abuela materna?
-¡Pero si mi abuela esta viva!
-No, digo tu auténtica abuela.
Me quedé a cuadros cuando dijo "tu verdadera abuela".
-Espera,¿me estas diciendo que mi abuela no es mi abuela o que?
- Te estoy diciendo que tú eres de un linaje más antiguo que los humanos. Un linaje cuya última descendiente murió hace dias y te entregó tu destino.
-¿Acaso ahora soy un alienigena?
-No, Eres una αθάνατος .
-¿Una qué?
-Eres una inmortal. Al igual que yo. Los sueños que has tenido durante estos dias te fueron revelados por que eres la única descendiente que queda.
-Y tú,¿no has dicho que eras inmoratl también?
-Sí, pero no soy de ese linaje real. Solo soy tu consejero ademas de ser μαγεία μαθητευόμενος. Tengo que acompañra a la última descendiente. A tí.
-Entendido,¿y que tengo de especial, si se puede saber?O solo este mechon celeste-cogi alquel mechon y lo inspeccione como si fuese una hormiga.
-No, eso solo es un signo de que tus poderes han surgido y que pronto podras luchar contra Apiuntón. Todos los inmortales son los encargados de mantener el equilibrio de este mundo y engañar a los humanos comportandose como ellos. Pero Apiuntón es un ser malvado que amenaza con destruir ese equilibrio y aniquilar a los pocos que quedamos.Por eso has aparecido al ser revelados los sueños tambien te es entregada una obligacion: destruir a Apiuntón y no alterar la armonia del equilibrio.
-¡Me estas diciendo que tengo que luchar contra alguien o algo que desconozco y con un nombre extraño!
-Sí, algo así.
-Definitivamente has perdido los papeles-le dije y me fuí sin hacer caso a sus gritos. La lluvia había parado y ahora todo estaba mojado en aquel paraje. Me metí, denuevo, en el instituto y corrí hacia mi clase. Tras entrar en la clase, el profesor Toes no dijo nada y yo me senté en mi asiento y seguí con la clase. Pero la verdad, me estaba aburriendo y casí durmiendo de aquella clase. Ya que la voz del profesor era como un potente sobnifero. Pero un gran estruendo me desperto del aburrimiento. Me dí la vuelta para ayudar al chico que estaba detras mio y al que se le habian caido todos los libros al suelo.Vi un papel arrugado y lo cogí para darselo.
-Perdona, creoq ue esto es tuyo.
-Que dices no es mio.

domingo, 13 de junio de 2010

6-Extraños sueños y gotas de lluvia

- William me ha encantado conocerte pero tengo que irme.

Y sin más desapareció en el aire dejando un aroma ,desconocido, en el aire. Seguí mi camino y llegué a casa. Para no despertar a mi tia, me quite los zapatos y subí de puntilla las escaleras. Parecía un fantasma ,ya que lo único que se escuchaba era mi rápida respiración. Llegué a mi habitación y cerre los ojos. Me sentí a salvo en mis sueños, pero a estos también había afectado el descubrimiento de William. En la oscuridad me sentía agusto, pero de ese cálido sentimiento se aprovecharon miles de manos ,salidas de la nada, que me agarraban todo el cuerpo y tiraban de todas mis extremidades sin cesar. Grité y grité pero no paraban de tirar ni siqueira suplicandoles. Me dí por vencida y aquellas manos insaciables me desmembraron sin ningun tipo de reparo. Oí como de lejos alguién me llamaba a la vez que una luz se acercaba a mi , a cada paso que esa persona daba. La luz se situó delante mio y no vi a la persona, solo una pequeña bombilla de luz ,resplandeciente, flotando en el aire.

Esa luz se posó en mi cabeza, como si de una mariposa se tratase y desapareció. Mi vista se lleno de luz y mi cuerpo volvió a tener sus respectivos miembros. Tras esa extraña esperiencia caí al suelo. Abrí los ojos y, de nuevo, me soprendí de la capacidad imaginativa de mi pequeño cerebro. Hice el ritual de cada día: lavar,vestir,peinar,desayunar e irse. Pero antes de irme mi tia Silvia dijo:


-Blanca,¿que tienes en la cabeza?


Me miré en el espejo del recibidor y vi que tenía un mechon de color celeste muy claro que resaltaba sobre mi melena negra. Busqué una escusa , pero mi tia Silvia dijo:


-Te queda bien. Pero ten cuidado con los tintes, ya que estan compuestos de productos muy peligrosos y contaminantes para nuestra madre naturaleza. Ademas de que elimina el tono natural de tu pelo.


-Tendré cuidado la proxima vez. Adios.


Y salí de la casa. Pero,¿como me habrá salido esto?,¿y si fueron las niñas?.Oh,¿Y si fue por mi sueño?. Durante todo el camino ,de casa al instituto, no pare de hacer especulaciones respecto a aquel mechon celeste de aparicion dudosa. Subí las escaleras del edificio y me senté en mi pupitre. Aún inmersa en mis dudas no me dí cuenta de que en la clase no había ni un alma y solo estaba yo. Miré el reloj y me dí cuenta de que había llegado 5 minutos antes. A esas horas la única que estaba despierta era la secretaria. Saqué d emi mochila el libro Orgullo y Prejuicio y me puse a acabarlo para hacer el trabajo de litaratura universal. La verdad, es que Elizabeth tenía toda la razón con respecto a las personas. E imaginé a el señor Darcy como la peor de todas las personas, pero cuando Elizabeth cambió de parecer creí que había perdido la chabeta. Estaba tan concentrada en la novela que, poco a poco, me acabé el libro. Mis compañeros vinieron,poco a poco. Ver sus caras a esas horas era muy divertido. Era un continuó desfile de caras tristes y apagadas. Casí siempre acompañadas de un bostezo y unas ojeras, como los ojos de un panda. Mis compis se fueron sentando y esperando a que la señora Eugenia llegase. Aquella odiosa mujer que su único placer era hacer sufrir a sus alumnos con examenes imposibles. Se clase se pasó enseguida al igual que el retso de las clases. Llegó el recreo y me fuí con Rebeca Y leo a dar una vuelta.La verdad, se me hizo muy corta ,debiado a que a fuera estaba diluviando y no nos permitía ni respirar aquella agobiante lluvia. Al cerrar la puerta del comedor, levanté la mirada y a traves del cristal pude ver a William cerca de los árboles que daban al bosque de chopos. De repente, una voz surgió en mi cabeza y dijo:


-Vieni, vieni. Ci sono molte cose da chiarire.


Esta vez si que le entendí. Me quedé inmovil y a la vez hipnotizada. Oí como Leo y Rebeca me llamaban pero nada. Abrí la puerta y salí. Notaba las gotas de lluvia colandose por mi ropa y congelando mi cuerpo. Tras atravesar un largo trecho de hierba, William tendió su mano y yo ,aún hipnotizada,la cogí. Una gran ráfaga de viento surgió y las hojas se movieron violentamente, al igual que mi pelo. Como si de un pequeño tornado se tratase.

sábado, 12 de junio de 2010

5-El enbrujo de la noche
-¿Molesto?-dijo Leo.

-Oh, no para nada. Estoy aquí con mis pensamientos.

-Y ¿has llegado a alguna conclusion?

-Sí, que de noche se piensa mejor que de día.

Aquel comentario me hizo pensar, d enuevo, eso que dice mi padre "piensa antes de hablar". Vaya absurdo pensamiento.

-Eh,bueno¿ esta bien la fiesta?eh.

-Sí, aunque cuando empiezan ha hablar de temas que me ponen de los nervios. Es un poco...

-¡Desesperante!.Pero por lo menos no te persiguem como a mi.

-Por Dios, que loco esta este mundo.

Y empecé reirme. Pero aún tenía la imagen de aquel misterioso muchacho. Aún estaba pensando cuando dijo:

-Oye Blanca, ¿que tal si quedamos un día y debatimos sobre las insoportables conversaciones superfluas?

-¡Quién sabe! algun día de estos.Bueno me tengo que ir ya.

-Yo que tu, antes me despediría de Rebeca. Sino te estará mirando mal durante un mes. Te lo digo por experiencia propia.

-Seguiré tu consejo.

Me levanté y fuí hacia el interior de la casa. Abrí la puerta de la terraza y al instante apareció Rebeca y con los ojos muy abiertos dijo:

-Blanca, te estaba buscando. Vamos a partir la tarta.

-La verdad es que, es muy tarde y me tengo que ir ya a casa. Sino mi tia Silvia creerá que abuso de su confianza. Ademas me empiezo a aburrir un poquillo.

De pronto su cara de jubilo y amabilidad se transformó en un candíl encendido. Sin hacer mucho caso a sus palabras cogí mi chaqueta y salí de aquella casa. Para mi sopresa me esperaba Leo sobre su moto y dijo:

-¿Te llevó?

-No esta vez Leo. Pero gracias de todas formas. Hasta otra-dije mientras andaba de camino hacia la casa de mi tia Silvia. De nuevo volví a atravesar el bosque lleno de una neblina muy espesa.. En lugar de dar miedo ahora daba un aire de misterio y de mágico a la vez. Sentía cansancio y paré en medio de un claro. Me senté y observe el cielo. Apenas se veía, lo único que veía eran los frondosos árboles que casí podian tocar las estrellas con sus copas. Oí el suave susurro del viento sobre las hojas. Una ráfaga me sorprendió de improviso. Cerre los ojos y sentí aquella sensación de tranquilidad. Los abrí de nuevo y vi la misma neblina que antes pero esta vez con aquel misterioso muchacho en medio del claro.

Al instante le pregunte:

-¿Quíen eres?

Pero él no me respondió. en vez de eso se fue.

-Espera-fui tras él,pero el corría más rápido que yo y no le pude alcanzar. Sin saberlo, me perdí en el bosque solo por seguir a ese misterioso muchacho.Pero ahora el bosque ya no tenia algo mágico sino un aire más sombrió y tenebroso. Mire a mi alrededor pero nada me era familiar para encontrar el camino. Entonces una voz dijo:

-Blanca

-¿Cómo sabes mi nombre? y ¿que quieres de mi?

Entonces aquella voz desapareció y detras mio aparecio aquel muchacho.El mismoq ue habia visto en la fiesta de Rebeca. esta vez le ví a imagen completa. Vestía unos pantalones negros y una camisa azul claro. Su pelo ,negro, estaba despeinado y se mecia con el viento. Un ángel en la oscuridad eso es lo que él parecia.

-Por favor, no te asustes Blanca. Permiteme presentarme.Me llamo William Blue y se tu nombre por que todo el pueblo lo conoce.

-Ah,vale. Pero,¿por que me has echo llegar aquí así?

-La verdad es que no se porque- dijo mientras aparecia en su rostro perfecto una sonrisa que dejaba ver uno dientes tan relucientes como perlas marinas. Note sus ojos mirandome a la vez que me ponían tan nerviosa como para convertirme en un delicado flan.

viernes, 11 de junio de 2010

4-La fiesta
El aire se convertía en millones de alfileres golpeando mi cara con aquella velocidad. Lo malo de la moto, ademas de la radio, era el tiempo. Pero yo no era del tipo de chicas que les vuelve loca una moto, más bien las odiaba pero por esa vez no. Llegamos a mi casa y me despedí de Leo, no sin antes preguntarme:

-¿Vas a venir el viernes al cumpleaños de Rebeca?

-Si.

-Pues entonces, hasta el viernes.

Mi tia Silvia abrió la puertey, sin ni siquiera dejar la mochila me fulminó a preguntas. Pero al ver mi cara me dejó marchar. El resto de la semana fue suma de deberes, trabajos, examenes y libros de todas las asinagturas. El comporatamiento de todos mis nuevos amigos se iba abriendo cada vez más. Ya el viernes por la mañana fuí al instituto, como cada día, y recordé a aquel chico desconocido que me atropello por el pasillo. Las horas pasaron muy rápido y meintras me cambiaba en casa mi tia dijo:

-Venga, que vas a llegar tarde. Si quieres te llevo yo.

-No hace falta. Me dijeron que estava muy cerca de aquí, así que ire andando.

-Esta bien. Y vuelve cuando puedas.

Tras desperdirme de ella fuí por el bosque para llegar a mi destino. Atravesando un claro oí un ruido extraño y corrí por temor a que fuese un lobo o algo parecido. Ya parada, seguí y llegé a la pequeña cabaña en la que vivian Rebeca, Leo y Charlls. Una cabaña de color claro con una gran parte de hierba. Nada más llegar apareció Rebeca diciendo:

-!Por fin¡, te estavasmos esperando.-dijo Rebeca.

Pero al ver mi aspecto dijo:

-Que mal aspecto tienes.¿Te ha pasado algo?

-No,solo un pequeño susto.Pero nada.-aquello sonaba un tanto infantil.

-Bueno, de todas formas estas genial. Ven que te tengo que presentar a todos. Además hay chicos muy guapos.

-Vale, pero lo de los chicos...

Sind ejarme terminar la frase me cogió del brazo y me fue presentando a todos los presentes.

De repente un monton de nombres aparecieron en mi cabeza. La verdad es que, sentí como si me faltase algo. Pero entre conversaciones de todos los asistentes me distraje un poco. Pero aquella distracción resulto ser absurda, ya que de lo único que hablaban era de temas superfluos o criticas hacia otros. Aquello me pareció insoportable. Y salí al jardín para olvidar sus palabras y sus voces. Cruce todo el salón y ábrí la puerta de la terraza que daba a la partde ajardinada de la casa. Me senté en la hierba humeda e intente relajarme y evadirme por unos minutos. Pero aún oia la charlatanería de los invitadospero una leve brisa se levantó silencionando todo sonido de mi alrededor. Como si estuviese sola en aquel lugar. Atraves de una pequeña nublina vi un rostro de un joven muchacho. Lo único que pude captar más mi atención fue sus ojos, de un color esmeralda muy vivo y que brillaban en la oscuridad ,levemente. Tambien me fije en un dibujo que tenía en la mano.

Le pude ver, ya que acercó su mano y la luz de la Luna hizo apreciar aquel extraño tatuaje. aquel muchacho murmuró algo que hizo eco en la noche. Dijo :

-Ho aspettato, la mia stella.

Solo entendí lo último de la frase, era italiano. pero desapareció al notar otra presencia. Me giré y vi que fue por la presencia de Leo.

jueves, 10 de junio de 2010

3- La primera caida y una fuga

Lo primero que vi fue una larga galería de azulejos blancos. Fuí a la secretaria para conseguir el horario, ya que había llegado 4 semanas tarde tras empezar el nuevo curso. Ya con el horario, busqué la clase que me tocaba y llegué tarde por el hecho de encontrar la clase. Me tocaba literatura con la señora Nibols segun deci mi horario. Abrí la puerta y toda la clase se paró y me miró.

-Hola, te puedes sentar ahí-dijo señalando al único sitio libre de toda la clase.

Me fuí derecha a mi mesa. Y tas sentarme el resto de los chicos y chicas me saludaron. La verdad es que eran bastante simpáticos, todo el mundo era simpatico. Pero no la típica simpatia que asusta sino la real. Me encontré como en casa hasta que la profesora dijo aquella odiosa palabra:

-Mañana habrá un examen sobre la literatura posrenacentista y espero que la aprobeís todos.

La verdad es que, al tratarse de ese tema yo iba adelantada, ya que ese tema ya lo había dado antes.

Cuando tocó la campana salí y fuí directa al comedor. Tenía muchisima hambre. Cogí mi mini bocadillo, que me habia preparado tia Silvia y me senté.

-¡Blanca!

Me giré al oir mi nombre y vi a Rebeca.

¡Gracias a Dios!-me dije por ver a alguien conocido.

-Te estaba buscando,¿que tal tu primer día?

-Bueno un poco soso y ¿Tú que tal?

-No me puedo quejar.

Al momento aparecieron más personas junto con Rebeca.

-Mira, te presentó a Tom.

Tom era un chico delgado, con apariencia de chico listo y comportamiento callado.

-Hola

-Hola

-Esta es Marta

Marta era una chica muy perfecta. Se podría decir que si se busca el modelo perfecto de pija ella sería el ejemplo ideal.

-Hello!. Por dios pero que pintas.

Con lo que yo odiaba a las pijas,s entía como aquella chica se convertiría en enemiga mia.

-Y este es Alex mi novio.

-Hola,Rebeca me ha hablado mucho de ti.

-Hola.

Alex era el chico perfecto para Rebeca. De pelo castaño y comportamiento similar al de su novia. Tras presentarme a todos, Rebeca empezó a decir que el viernes haría una fiesta en el bosque y me propuso que si queria ir. Yo dije que me encantaría, aunque no tenía un regalo.

-Tranquila, a mi con tal de que vengas me vale.-dijo Rebeca.

Por momentos, aquella chica me caía cada vez mejor. Y tras acabar mi ,mini, comida me fuí, de nuevo, corriendo. Otra vez llegaba tarde, pero ahora a gimnasia. Una asignatura un tanto floja que más que servir para hacer ejercicio el ejercicio que más se practicaba era el parloteo de todos los alumnos. Menos mal que el profesor no había venido y pude salir antes de tiempo. Justo cuando saliá por la puerta algo me atropelló por aquel pasillo, que me hizó caer en picado al suelo provocando un pequeño rasguño en la rodilla.

-¡Podías mirar de vez en cuando!,¿no?-dije muy molesta

-Lo siento mucho, disculpadme. Pero tengo mucha prisa.-dijo él

Aquel chico se libró de mi furia, pero por los pelos. No le ví la cara y lo único que pude evrle fue sus zapatos inpecables que se alejaban corriendo por aquel pasillo tan blanco.

Me levanté lentamente y fuí a la salida del edificio. No quería molestar a tia Silvia, asi que regresé a casa andando. Y espraba no perderme, por que en esas cosas era un poco pez. Cuando salí del campus del instituto, fuí andando por la cuneta de la carretera. la verdad es que no iba mucha gente a esas horas asi que era seguro circular hasta las dos, cuando muchos coches se dirigian a sus casa. Vi como una moto se paraba delante de mí y no reconocí al conductor hasta que se quito el casco negro. Era Leo.

-¿Quieres que te llevé?

-No gracias. Prefiero al modo tradicional.

-Entonces vas a tardar una eternidad.

-Acaso eres un reloj.

-No, solo te digo que a pie hasta tu casa tardarás bastante. Para eso me veo obligado a llevarte a casa.-dijo meintras sonreia de forma picara.

-Y yo me veo obligada a rechazar tu propuesta.

-Pues entonces te llevaré obligada.

-No

-Si

-No

-Si

-Si

¡Si!, vale vamonos.

-Eso no vale, me has liado.

-Venga, contra más digas más tiempo tardaremos.-dijo Leo mientras e colocaba de nuevo su casco.

Tras montarme en aquella moto, Leo dijo:

-Agarrate, voy a ir muy deprisa.

-Ya veremos.

Arrancó el motor.Me daba algo de vergüenza agarrarlo por la cintura por eso me agarre de su espalda. No mentía cuando dijó que iba a ir muy deprisa.
2-La muchacha del espejo

-Hola, Blanca.¿Quieres jugar a las muñecas?-dijo Nerea.

-Lo siento, pero no puedo.

-¿En la cena jugamos a las cocinitas?-dijo Sonia.

-Quizas.Tia Silvia.¿puedo ir a dar un paseo?

-Claro, pero a las nueve esta la cena.


Cogí mi abrigo y salí por la puerta. Al salir dí una vuelta por la calle y vi que, curisoamente, las casa no estaban tan cecanas como creía. Estaban separadas por una gran extensión verde llena de chopos, abedules, alcornoques,.... El paseo acababa en un inmenso valle con un gran bosque, que rodeaba las casas más cercanas al valle.Sentí curiosidad por aquel lugar y fuí tranquilamente paseando. Pisando la hierba fresca y escuchando el susurro de los árboles, me quedé pensando en mi niñez. Estava tan absorta en mis pensamientos que no me di cuenta de que delante de mi había un inmenso estanque. Lleno de nenúfares blancos y ranas que croaban melodiosamente.Un estanque de aguas tan cristalins que podía ver el trayecto de los peces. Cerca del estanque había una pequeña cascada de piedra. Aquel lugar era tan relajante, que lo convertí en mi pequeño refugio. Me senté sobre el cesped y me puse a pensar. Pensando me di cuenta de que ya estava anocheciendo. Miré mi reloj:las nueve. Ya llegaba tarde y tía Silvia seguro que estaría de los nervios.Corrí por todo aquel senderó pasando la hierba y el cemento. Hasta que, finalmente, mis pies llegaron a su punto de partido parandose en el pequeño recibidor de madera blanca. Nerviosa busqué las llaves y tras inspeccionar mis bolsillos, una y otra vez, conseguí abrir la puerta.No exgeraba al pensar que tia Silvia estaría de los nervios. Cuando me vio estaba a punto de llamar a los bomberos.



-Oh,Blanca.¿Donde te habías metido?,¿Te ha pasado algo?. !Mira que darme estos sustos el primer dia¡.



Mi tia estava tan nerviosa que incluso le costaba decir las palabras. Nerea y Sonia estaban ya en la cama. Aunque no me hubiese extrañado que estuviesen despiertas por el tono afinado con el que hablaba mi tia. Tras cenar un poco de pollo al ajillo y algo de ensalada, ayudé a recoger la mesa y subí a mi habitación. Me puse el pijama ,compuesto de un pantalon a cuadros a pastelados y una camisa de colores extraños. Me tumbé en la cama y cogí uno de los libros que había metido en la maleta. La verdad es que , me gustaba bastante la lectura. Aunque ultimamente estaba estancada en los últimos capitulos de Madama Bovary. Y entre los pensamientos y la crítica mental del personaje, se me fueron cerrando los ojos hasta que caí en el hechizo de Morfeo. En mi sueño todo estaba en penumbra aunque al fondo vi un pequeño punto que a cada paso que daba se iba agrandando, haciendome ver una muchacha en un espejo. el espejo era precioso, con un marco de porcelana y de cuerpo entero. El cristal era puro y la muchacha era alta y con curvas. De pelo negro y vestida con un vestido colro marfil y adornado con una cinta de color plata. No podía verle la cara, por que estaba mirandose en aquel espejo. Luego me dí cuenta de que no tenía ojos, ni nariz, ni boca. Notó mi presencia y se giró bruscamente hacia mi. Ando hacia mi, pero sus andares eran elegantes y silenciosos. Cuando ya estava lo suficiente cerca de mi,abrió su mano mostrandome lo que tenía. En la palma de la mano tenía un colgante con la forma de una gota de agua invertida. Dentro de esta habia una piedra de color azul muy claro y perfilado de plata.En un momento aquella joya comenzo a brilla con destellos turquesas,esmeraldas, rojos encendidos y plateados. Era extraño a la vez que hermoso. La quise coger pero cuando lo iba a rozar con la yema de mis dedos, mi sueño terminó y de nuevo me encontré en mi habitación. El sol acababa de salir y sus primeros rayos entraron por la ventana y llegando a mi cara molesta por el resultado de mis sueños. Me levanté he hice la cama. Cogí mi neceser y me fuí derecha a la ducha. Tras despertarme, definitivamente, cogí mi mochila y baje las escaleras. Mi tia Silvia estava acabando de hacer tortitas con nata para el desayuno.

-Bueno dias,¿Que tal has dormido?-dijo mi tia.

-Bien, aunque con un sueño un tanto raro.-mientras extendia la nata sobre mi tortitale pregunte a mi tia-Oyecuando acabemos desayunar¿ me podrías llevar al instituto?

-Claro. Ya he dejado a Nerea y Sonia en la guarde. Asi que vamos y te llevo.

Al acabarme aquellas, deliciosas, tortitas salí de aquella casa con mis pesadisimos libros en mi espalda. Nos subimos al coche y tomamos la carretera. Tras pasar varias calles, a lo lejos vi un conjunto de edificios y presidiendolos un cartel en el que ponia:

"Instituto Mary Shelley"

La verdad es que era la primera vez que conocía un isntituto con el nombre de la autora de Frankestein. Al entrar había una gran rotonda donde mi tia Silvia hizo girar su monovolumen y parar enfrente de la entrada principal.

-Bueno, espero que tengas un buen día. Chaito-dijo y se fué dejandome delante de aquel enorme edificio. De pronto un aire de miedo, pánico y nervios me pillo desprevenida. Como si entrar en ese edificio fuese lo más terrible de todo.

miércoles, 9 de junio de 2010

1-Mi nuevo hogar
Muchas veces no me doy cuenta de lo rápido que gira la vida a mi alrededor. Un día estas en un sitio y otras estas en un paraje totalmente desconocido. En ese momento es cuando todo lo pareces ver distinto.
-Blanca,¡vamos que perderemos el avión.!-Ese era mi padre, aquel hombre que no quería que me fuese pero no había otra escapatoria.

-Blanca,¿llevas todo?.

-Sí, mama

Y esa mi madre; Elisa. La única que más lamentaría mi partida.

Llegando al aeropuerto me dí cuenta de que el lugar al que iba era un total misterio, pues solo sabía que existía y que allí estaba mi tía y sus dos hijas,más pequeñas que yo. Ya en el avión, saqué mi libro y me sumergí en él. A cada nueva frase que leía, aparecía una nueva sensación de pesadez en mis párpados. Y después la total tranquilidad. Era increíble que consiguiese dormir aún teniendo a un hombre roncando,como si la Tierra se hubiera roto, y a un niño dando berridos prostestando porque un niño era pelirrojo y no blanco.
Eso me hizo acordarme de el origen de mi nombre. Hace diecisiete años, nací en un hospital de las afueras de la ciudad. Mi madre y mi padre no supieron que nombre ponerme. Mientras pensaban en ello mi madre se dio cuenta de que tenia el pelo muy negro y la tez muy blanca, como Blancanieves. Así que me pusieron Blanca pero sin nieves.

-Señores pasajeros, en breve aterrizaremos en el aeropuerto de Bromly.

Al oír a la azafata, miré por la ventana y vi que era un lugar precioso, lleno de bosques y una pequeña costa. Aquello me recordababa a un pueblecito de un cuento infantil. Tras aterrizar y desembaracar, cogí mi pequeña maleta y traspasé las puertas mielecinas. Al llegar al otro lado, vi multitud de carteles con nombres inscritos(pero menos mal que mi nombre no aparecía en ninguno de ellos, ya que sería totalmente vergonzoso para mi).

-¡BLANCA!.

Al oír aquella voz tan familiar me giré y vi a una mujer pelirroja, con un vestido violeta con espirales amarillas y con una flor en el pelo y un bolso hippy colgándole del hombro.


-Hola tía.


-Deja que te de un abrazo-dijo mientras me daba un abrazo casi tan fuerte que por unos segundos me dejo sin aliento.


-¿Donde están las niñas?


-En la guarde, pero dentro de un rato las verás.


Las hijas de mi tía Silvia, eran dos niñas muy parecidas a ella: muy alegres y activas.


Me metí en el coche, un honda insight híbrido. Mi tía respetaba mucho el medio ambiente y por eso tenia aquel coche. Mi tía no me preguntó nada, pues ya lo sabía todo y si me ocurría algo, solo me miraba y ya lo sabía. Ella no era como Elisa, ella se preocupaba y constantemente me preguntaba sobre el instituto y mis estudios. Y la verdad aquello era bastante pesado.


Mientras miraba, perdida, aquel paraje nublado y con los rayos trasluz,vi fugazmente a la gente de aspecto feliz. Fuimos por al calle principal de aquel desconocido lugar. Vi una plaza y en el centro un pequeño quiosco, con niños corriendo tras las palomas. era una escena tierna. Llegamos a mi nueva casa. Un edificio de color crema con ventanas muy originales. El único contraste en aquella casa era el cerco que era de un naranja añil. Aquella casa también tenia un pequeño jardín y un balancin en la parte trasera de la casa. Tras aparcar al coche, mi tía me enseñó mi habitación. Y dijo:


-Espero que te guste.


Entré en la habitación. Tenía las paredes de papel pintado con flores,que le daba un aspecto muy romántico y aterciopelado. Aquella habitación era muy luminosa, con una ventana enfrente de la cama. Una cama preciosa de aspecto clásico y sabanas y almohadas blancas y esponjosas. Tras dejar y colocar todas mis cosas .Oí a mi tía decir:


-Blanca¿puedes bajar un momento?


Bajé las escaleras y oí unas voces, a parte de la de mi tía.Ya bajado el último peldaño vi a un grupo de personas: una chica de mi estatura y dos hombres. La chica se llamaba Rebeca, era la hija del jefe de una tienda de misticismo.


-Hola Blanca,¿te acuerdas de mí?


-La verdad, no.


-Que pasa, el humo de tu ciudad te ha desenfocado la memoria.


-Quizás sea eso.


-De pequeñas pitábamos a las muñecas en casa de tu tía.


Al decir aquello recordé mi infancia por un segundo y aquel hecho de pintar a las muñecas en vez de jugar con sus super coches. Ahora todo eso me parecía absurdo.


-Blanca,¿te acuerdas de Charlls?-dijo tía Silvia


-Seguro que no.


Charlls era el jefe de la tienda y gran amigo de mi tía desde el instituto. Era un hombre bonachón, bueno y amable con todos(o por lo menos eso es lo que me parecía a mi)


-Seguro que a él si que no lo recuerdas.-dijo Charlls


Charlls señaló a una espalda que , tras girar, pude ver su cara. Era un chico de piel clara, ojos pardos y pelo corto moreno.


-Blanca,este es Leonardo.


-Mejor llámame Leo, que no aguanto mi nombre completo.


Dijo a la vez que daba un guiño de ironía.


Era raro que no me acordase de un rostro como el suyo. Pero es lo que tiene mi memoria amorfa.O ¿será a caso que al final va a ser culpa de la contaminación de la ciudad?


Tras hablar con Rebeca.Leo dijo:


-Oye,¿vas a ir al instituto?¿verdad?


-Claro, sino no podría estar aquí.


Elisa me lo había dejado bien claro: si me iba con mi tía Silvia tenía que acudir al instituto aunque me costase.


-Pues entonces hasta luego.


-Hasta luego.


-Nos vemos.


Tras despedirse e irse todos, no sonó nada hasta los 2 minutos en que aparecieron mis primas. Nerea y Sonia, era la viva imagen de mi tía Silvia.