martes, 24 de agosto de 2010

24-Planes de verano

El pueblo seguía tan tranquilo como de costumbre. Y con respecto a el terrible hechizo, que los había transformado en aquellos seres,no recordaron nada de ello. Y pensar han estado a punto de dejar de existir. El verano hizo acto de presencia dando a los árboles nuevos colores y haciendo aparecer a esos molestos insectos, que pululaban día y noche, en cada casa.Estava acabando de secarme el pelo, cuando mi tía Silvia apareció tras la puerta del bao.

Y con gran entusiasmo dijo:

-!Blanquita¡

¿A que no sabes donde vas a pasara este verano?

Yo sabía que el verano lo pasaría en aquel lugar.

-Pues aquí

-Te equivocas

Mi tía puso cara de esperar un "¿Pues entonces donde?". Pero solo abrí mucho los ojos y esperé que tía Silvia me diese ma´s información.

-¡¡VAMOS A PASAR UNA SEMANA EN LA PLAYA!!.No es increible.-dijo mientras asentí a sus palabras.-unos amigos mios se han ido a Hawai ayer y me han dejado a cargo de su casa.¡Ten encantará! Tiene piscina y todas las habitaciones con un balcón, que da directamente al amr. cada vez que te despiertes lo primero que verás será el belo saludo de nuestra madre natura.¿Que te parece?¿A que es guay?

-Sí, es genial.Y ¿cuando nos vamos?

-Mañana lo tendré todo listo y nos iremos.

Tras la entusiasta noticia, tia Silvia se fué. Yo seguí secandome el pelo. Lo cierto es que la idea de estar unos dias desconectada de todo, me parecía genial.Y más por todo lo que había pasado esos meses.

Al acabar un desayuno especial, ya que tia Silvia estaba tan encantada,nos preparó crepes,tortitas acompañadas de leche y zumo. Subí d enuevo las escaleras y saqué la maleta.

Lo cierto, es que, no tardé tanto en hacer la maleta. Coloqué lo necesario para una semana y cerré la maleta. Reconocí la canción de mi movil, señal de que me estaban llamando.Cogí el movil, no sin antes darme con la pata de la cama, y dije:


lunes, 9 de agosto de 2010

23- En al mundo mortal
Cerré la puerta, con cuidado, y me dirijí a la puerta final del pasillo. La abrí y ahí estaba mi tia Silvia. Tan dormida, como mis primas. Pensé que lo mejor sería dejarla dormir y me fuí a mi habitación. Me desvestí y me puse el pijama. Me tumbé e intenté olvidar todo lo ocurrido. Pero no pude borrar de mi mente la mirada congelada de Marco. Para mi era un alma amiga pero no sentía lo mismo que él. Solo pude darle algo que el tanto deseaba. Poco a poco mis ojos se cerraron y dormí placidamente. Pasaron muchos días, semanas, meses. Todo volvió a la normalidad. No volví a saber nada de los inmortales. Y menos, nada de William. Solo cuando fue el funeral de Marco nos vimos las caras. William lo había dispuesto todo. El cuerpo der Marco estaba dentro de un ataud de hielo, que lo mantenía domido y más vivo de lo que estaba. A los pies de su ataud habia una placa de granito y con letras plateadas.Donde ponía:

"Qui è un guerriero coraggioso che ha combattuto contro un male cattivo. E che vivrà per sempre. Adios Marco Benerotti"


Esa fue la última vez que nos vimos. Volví a mi vida habitual: llena de examenes, charlas, actividades,etc.

Volví a ver a Rebeca y al resto. Acompañaba a mis primas al colegio y luego me iba a la tienda del amigo de mi tia Silvia. Ella pensó que sería bueno que empezase a trabajar poco a poco. Y trabajo allí como ayudante. Pero la verdad es que no había mucha clientela que digamos.

domingo, 1 de agosto de 2010

22-Vuelta a la normalidad
Cuando vió el cuerpo de Marco en mi regazo, dijo:
-Blanca,Marco será recordado siempre. Y haremos una ceremonia para que llegué al más allá.
William cerró los ojos y el cuerpo de Marco desapareció al instante.Atónita al ver aquello le dije a William con rabia:
-¿Que has hecho con su cuerpo?
-Lo he enviado a un lugar a salvo. Tranquilá estará bien allí. Además no podriamos haberle llevado entre los dos.
En eso tenía razón. Yo aún estaba débil de la fuerte lucha y el fuerte dolor de la espalda me ardía.
-Voy a mi casa, a ver si todo ha vuelto a la normalidad. Ademas quiero estar a solas.
William asintió y antes dijo:
-De acuerdo,yo iré a solucionra el resto.
Me fuí. Andube por el bosque. Mis pasos eran pesados y lentos. Y mi aspecto lleno de pena e invadido por las lágrimas. Mis ojos enrojecidos por la pérdida de Marco. Mi pelo convertido en un ovillo negro y mis labios, antes radiaban de felicidad, ahora estaban tristes y melancólicos.. Todo eso añadído al dolor me daba un aspecto entré una anciana coja y un alma en pena.
El sol asomaba tímido entre los árboles y con sus rayos las hojas verdes se tornaban en un verde encendido. Aunque estuviesemos en primavera, donde todo es feliz y hermoso, en mi todo eso me ponía menos triste. Me sequé los ojos. A mi alrededor los pajaros cantaban. Mi verdadero yo gritó en mi cabeza y mi tristeza desapareció soló mis sentimientos se convirtieron en hielo. Odiaba todo lo que habia descubierto y me prometí a mi misma que apartir de aquel momento se acabaría todo lo relacionado con los inmortales y todas esas cosas que William me habia contado. A lo largo pude ver el tejado de la casa de tia Silvia. Esperanzada en que todo volvisé a ser como antes. Corrí hacia la puerta trasera. Giré el pomo de la puerta y entré. La cocina estava iluminada por el sol y los rayos de este traspasaban timidamente las ventanas. Había mucho silencio y el único sonido que se escuchaba era el insistente canto d elos pajaros. Llamé a tiaSilvia y nadie contestaba. Atravesé el salón y subí las escaleras, intentando no hacer mucho ruido. Ya en el piso de arriba, fuí a la habitación de Nerea y Sonia. Estaban dormidas en sus camas. Arropadas con sus sabanas de Hello Kitty e inmersas en sus sueños. Sus caras eran angelicales(aunque estuvieron apunto de matarme)